ORDENACIÓN TERRITORIAL DE CYL,
por Javier Lago Mestre,
colectivo cultural Fala Ceibe do Bierzo
falaceibe@yahoo.es
La Junta de Castilla y León ha presentado su proyecto de Ley de ordenación territorial. Fundamentalmente se basa en el establecimiento de áreas funcionales estables, entre ellas la de Ponferrada, y de unidades de ámbito rural (Ubos), 7 de ellas en El Bierzo.
El Gobierno autonómico habla de reconocer una “atención especial para El Bierzo”. Resulta lógica esta consideración singular para nuestra región. El propio Estatuto de Autonomía de Castilla y León reconoce esta peculiaridad territorial, “teniendo en cuenta sus singularidades y su trayectoria institucional” (art. 46.3).
Este reconocimiento jurídico, mediante dicha ley orgánica, obliga a la Junta de Castilla y León. La legislación autonómica no puede alterar el comentado mandato de las Cortes Generales, desvalorizando su contenido esencial.
La nueva ordenación territorial socava la existencia de la Comarca de El Bierzo. Se quieren crean nuevas divisiones administrativas rurales (Ubos) y urbanas (áreas funcionales), mientras se mantienen las mancomunidades caducas. No resulta lógico que se formen otras estructuras jurídicas cuando tenemos la Comarca de El Bierzo que puede asumir esas nuevas funciones administrativas.
En tiempos de crisis los principios de eficacia administrativa y de eficiencia económica deben primar más. Por eso no se puede admitir la pretendida reorganización de los entes locales que complica todo y supone más gastos. La Comarca de El Bierzo puede asumir las funciones de los Ubos, mancomunidades y área funcional porque cuenta con una experiencia institucional de 26 años.
Lo que hace falta es voluntad política de la Junta de Castilla y León y de las Cortes autonómicas para respetar la singularidad territorial de El Bierzo. Esta situación que planteamos se asemeja a la del Valle de Arán que no forma parte de la división comarcal de Cataluña en base a su reconocimiento legal e histórico.
Retomamos la comentada expresión “trayectoria institucional”, del Estatuto de Autonomía, para reafirmar el proceso histórico de reclamación de descentralización en El Bierzo. Nuestras experiencias provincialistas fundamentan tales demandas. La Junta de Castilla y León está obligada a desarrollar la Ley de la Comarca y no a cercenar esta dinámica con una ordenación territorial que divide más que une.
El Consejo Comarcal berciano ya desempeña funciones de cooperación administrativa con municipios y pedanías, beneficiémonos de esta experiencia. Tenemos que aprovechar las potencialidades de nuestras diversas cabeceras urbanas para fundamentar un desarrollo territorial alternativo.
Por último, sería importante articular mejor las relaciones entre La Cabrera baja y El Bierzo. La sierra Aquilana y los canales romanos no pueden seguir siendo los obstáculos infranqueables para las comunicaciones intercomarcales en el siglo XXI. Ponferrada y Puente Domingo Flórez siempre han sido referentes urbanos para nuestros vecinos cabreireses.
O Bierzo, febreiro de 2017.
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