luns, 22 de agosto de 2016

LA FERIA DE LOS COMUNEROS EN MEDINA DEL CAMPO.


LA FERIA DE LOS IMPERIALES Y COMUNEROS 
DE LA VILLA DE MEDINA DEL CAMPO,
Por Xabier Lago Mestre,
Colectivo cultural Fala Ceibe do Bierzo,
www.bierzofree.blogspot.com.

A primera hora de la mañana llegamos a la estación ferroviaria de Medina del Campo. Sus amplios andenes y la gran entrada nos recuerda su magnífico pasado en blanco y negro. Esta estación ocupa un importante lugar como centro de comunicaciones ferroviarias del noroeste de España. 



Salimos de la estación por el reformado paseo, ahora sin la mayor parte de los árbores que evitaban el sol de verano. A la izquierda sorprende ver aun cerrada la estación de autobuses que nunca se llegó a inaugurar por los políticos. Un claro ejemplo de mala inversión pública. En lo alto de un otero destaca la figura señorial del castillo de Medina. Subimos por la pequeña cuesta hasta llegar a la explanada para contemplar la grandeza de esta fortaleza. 


LA FORTALEZA DE MEDINA DEL CAMPO.

El castillo se construyó entre los siglos XII y XV, poseyendo muralla exterior e interior, además de profundos fosos. Consta de amplio patio de armas y sobresale la torre del homenaje por su altura, de 42 metros. Este castillo fue archivo de la corona y prisión del Estado. Desde luego las sucesivas inversiones públicas han merecido la pena pues el resultado es espléndido. Recomendamos dar la vuelta al castillo provisto de una cámara para sacar fotos de todo este recorrido turístico. Este castillo tuvo en la antigüedad una muralla exterior hoy desaparecida. 

Bajamos por el barrio de la Mota y atravesamos las vías del ferrocarril a Madrid por un subterráneo para salir al parque temático de Las Ferias donde encontramos grandes esculturas muy coloridas. Junto a este parque se encuentra el monumento al descubridor Bernal Díaz del Castillo. 


Por la avenida Lope de Vega nos dirigimos al centro urbano. A la derecha encontramos la Casa de las Carnicerías (1562) donde antiguamente se vendía la carne y ahora cumple funciones de mercado. En su interior interesante arcada sobre columnas. Sus puertas contienen los escudos reales. Tomamos la comercial calle Padilla para dirigirnos a la plaza Mayor. Como dato curioso de la calle Padilla o antigua rúa Nova, comentamos que se cerraba con cadenas para permitir las transacciones comerciales los días de feria.

EN LA PLAZA MAYOR DE LAS FERIAS.

En la plaza Mayor, ahora de la Hispanidad, nos reciben las campanadas de la colegiata. Su torre de 5 cuerpos presenta a los conocidos como Maragatos, una pareja de figuras, mujer y hombre, que golpean la campana mayor. Más abajo dos ovejas cumplen la misma función ante otra campana menor. Preside este conjunto un gran reloj. Esta torre aparece adosada con la colegiata, rango conservado desde 1480 a 1855. Dentro de este centro religioso apreciamos las bóvedas de crucería estrellada. La verdad es que la colegiata parece por su amplitud una catedral. 


En la amplia plaza Mayor encontramos el llamado palacio testamentario del siglo XIII, donde falleció la reina Isabel la Católica en 1504. Pegando está la casa del Cabildo con su balconada y arcadas. Cercano el Ayuntamiento y la oficina de turismo. En otra parte de la plaza está la casa de los Pesos, relacionada con las ferias y mercados de la villa. Las ferias generales tuvieron gran desarrollo en la Edad Moderna. La feria grande de S. Antolín se celebra en la primera semana de septiembre desde 1873. Mientras que la feria chica de S. Antonio de Padua se creó en el año 1877, de 13 al 15 de junio, y era de carácter ganadero. Por otra parte, se conserva un mercado los domingos, tras su instauración en 1870.


La mayor parte de la plaza tiene soportales para resguardarse del frio, otoñal e invernal, y del calor del estío. No resulta difícil imaginar esta plaza llena de carretas, del griterío de vendedores llamando a los compradores. Hoy la contemplamos llena de puestos de alimentos, artesanía local de todo tipo (juguetes, textil, espadas…), libros, ropa y todo lo que se pueda imaginar en esta feria festiva.


SIMÓN RUIZ, EL BANQUERO Y EL MERCADER.

Salimos por la calle del Almirante para apreciar los restos del palacio de este señor. Seguimos avanzando entre solares de palacios señoriales para llegar a la antigua iglesia de San Martín. En ella ahora se encuentra el conocido museo de las Ferias. Por supuesto entramos para saber de las ferias medinenses y de su principal comerciante, Simón Ruíz. Este interesante personaje ha dejado un importante patrimonio escultórico y documental que aún hoy es objeto de numerosos estudios para comprender al economía de la Edad Moderna. Fue mercader y banquero, en el interior del museo se aprecian esculturas y cuadros de este hombre y de su esposa. 


Como nueva demostración de su riqueza Medina conserva, en la actual avenida de Portugal, su gran hospital con iglesia y patio. Este edificio ahora está vacío pero todavía conserva importantes muestras de su pasado glorioso. En los alrededores de este edificio se celebraban las ferias de ganado lanar, mular, cabalar o vacuno, casi en las afueras de la villa. De este pasado ganadero quedan los ejemplos de las diversas vías pecuarias, vereda del pozo de la nieve y cordel de S. Pedro y S. Cosme (contorna del castillo), cordeles de Salamanca y Extremadura (junto al hospital de Simón Ruiz), o el cordel de Rueda (paralelo a la carretera para Galicia). 

  
Hospital fundado por Simón Ruiz.   

Volvemos a la plaza Mayor para asistir a un espectáculo sin igual. Aprovechando la celebración de la Feria de los Imperiales y Comuneros, en esta segunda mitad del mes de agosto, queremos ver a un grupo folclórico italiano, grupo Storico e Sbandieratori Cittá di Castiglion Fiorentino. Se trata de un grupo musical con tambores y trompetas acompañado de abanderados que se mueven acompasadamente con sus banderas mientras mueven y las lanzan a al cielo o las recogen en su caída con acierto. Tras rematar su espectáculo ante la entrada de al colegiata, emprendieron una vuelta a la plaza Mayor, entre los puestos de artesanía y el asombro de los allí congregados. Creo que todos recordaremos durante mucho tiempo esta asombrosa actuación italiana.


RECREACIONES HISTÓRICAS EN MEDINA DEL CAMPO.

A otras horas se celebrarán desfiles de los llamados imperiales, tropas de Carlos V, y comuneros, los que se levantaron en la década de 1520 contra dicho emperador en la guerra de las Comunidades. También se escenifica la quema de la villa por los imperiales al no querer ceder los medinenses los cañones que el emperador quería llevar a Segovia para derrocar la citada rebelión comunera. Por las calles de la villa de Medina también desfilan distintos grupos populares, casos de la milicia concejil, la hermandad de Castilla, los gremios, el clero, los linajes que gobernaban, los mercaderes y tratantes, los artesanos, etc.


Esta Feria de los imperiales y los comuneros ya tiene el reconocimiento debido por la Asociación Española de fiestas y recreaciones históricas. Forman parte de esta asociación Los astures y romanos de Astorga, las justas medievales del Passo Honroso, de Hospital de Órbigo, la fiesta romana de Arde Lupus de Lugo, A festa do Esquecemento de Xinzo de Limia o la fiesta da Istoria de Ribadavia. Esperamos que nuestra fiesta Templaria de Ponferrada también pueda algún día pertenecer a esta famosa asociación española de fiestas históricas.

                                       
                                             Casa del Cabildo de Medina del Campo

NI REY OFICIO NI EL PAPA BENEFICIO.

Antes de acabar queremos hacer mención al lema del escudo municipal de Medina del Campo porque seguro que sorprende a muchos foráneos. Leemos NI EL REY OFICIO NI EL PAPA BENEFICIO. Se trata de la expresión: “ni el rey provee oficios ni el papa los beneficios”. Hace referencia a la autonomía civil y religiosa de la villa frente a los poderes, real y eclesial, de la época. En lo civil, los linajes locales gobernaban la localidad, mientras que en lo religioso, los feligreses de cada parroquia eran los que elegían o presentaban sus beneficiados. Los sucesivos obispos sólo concedían la colación u otorgaban el título o nombramiento. Los beneficiados parroquiales nombraban el arcipreste y el abad local. Este peculiar patronato eclesiástico medinés duró hasta el Concordato de 1851 que remató con la jurisdicción privilegiada de Medina del Campo. Una pena que estos antecedentes autonomistas no hayan servido a esta villa para demandar en la actualidad un estatuto de Comarca para la llamada Tierra de Medina, como sí lo hizo en su momento la región de El Bierzo. 

O BIERZO, AGOSTO DE 2016.

Ningún comentario:

Publicar un comentario