LA VOCACIÓN REGIONAL DE EL BIERZO.
por Javier Lago Mestre.
colectivo cultural Fala Ceibe do Bierzo
falaceibe@yahoo.es
La concreción del espacio territorial de El Bierzo ha variado a lo largo de la historia. Hoy se le asigna la denominación de Comarca. Pero parece claro que esta terminología no es la más adecuada para definir nuestra región berciana.
No se puede negar que hay una región natural Sileste dividida en diversos espacios (Laciana, El Bierzo, La Cabrera, Valdeorras, etc). El Bierzo se compone de diversas comarcas o valles (Boeza, Fornela, Ancares, Valcarce, Aguiar, etc). Nos referimos a un espacio aislado orográficamente respecto a los territorios vecinos (Castilla y León, Asturias y Galicia). Esta peculiar geografía ha permitido singularizar nuestra región berciana.
Históricamente se han asignado distintas denominaciones a El Bierzo. Durante la época medieval tenemos las referencias al territorio bajo el control de un comes o un tenente. Los Reyes Católicos crean la provincia de El Bierzo, bajo el mando de corregidores. Esta provincia se extiende a lo largo de toda la Edad Moderna (siglos XVI al XVIII). La revolución liberal crea la provincia de Villafranca durante el Trienio Liberal. La reforma territorial de España (1833) no reconoce nuestra provincia, pero esto no evitó la continua reivindicación provincialista. Ante la posterior ideología regionalista periférica, El Bierzo se asocia más a la región, como podemos comprobar en la prensa de fines del siglo XIX y principios del XX.
Con la recuperación de la democracia en España se volvió a demandar la provincia o la región berciana. La fijación política de nacionalidades y regiones no permitió un acomodo jurídico entre estas entidades territoriales para El Bierzo. Y la modificación del mapa provincial de España ha sido impedida por la obligada aprobación de una ley orgánica.
La necesaria articulación territorial alternativa fue emprendida por ciertas Comunidades Autónomas. Son los ejemplos de Cataluña, Aragón y el fracasado intento de Galicia. Pero las restricciones jurídicas han sido muy grandes, debido a las trabas centralistas de las leyes básicas del Estado (Régimen Local y Haciendas locales).
La comarcalización de Castilla y León solo se concretó en El Bierzo (1991) gracias a las demandas descentralizadoras. Está claro que este proceso autonomista berciano no era un buen ejemplo para el resto de comarcas. Por eso se ha buscado una alternativa para articular el amplio territorio de esta Comunidad Autónoma. Se pretende crear unidades básicas de ordenación de servicios (rurales) y áreas funcionales estables (urbanas), articuladas a través de mancomunidades de municipios. No resulta lógico crear nuevas estructuras administrativas en El Bierzo donde ya existe la Comarca.
El futuro de nuestra Comarca se orienta al refuerzo del carácter regional. A nivel institucional hay potenciales incorporaciones de municipios de Laciana y La Cabrera. Para ello es necesario la creación y mejora de las infraestructuras viarias y tecnológicas. Además nuestra posición periférica es un atractivo para zonas vecinas de Galicia, Asturias y León en lo que se refiere a la prestación de servicios (comerciales, educativos, ocio, comunicaciones, etc). Esta región berciana tiene que representar una esperanza para su entorno ruralizado.
O BIERZO, NOVEMBRO DE 2016.
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