RECONOCIMIENTO DE LAS PEDANÍAS BERCIANAS,
Por Javier Lago Mestre.
Colectivo cultural Fala Ceibe do Bierzo,
falaceibe@yahoo.es
Siempre que visitamos Portugal nos encontramos una peculiar institución en sus ciudades y pueblos, son las freguesías. Se trata del equivalente a nuestras pedanías. Paseando por Mirando do Douro encontramos un edificio de planta baja con el letrero de Junta de Freguesia. En su entrada ondeaban las banderas de la cámara municipal, de la freguesía, Portugal y europea. Este ejemplo es una demostración del reconocimiento público de estos entes locales menores.
En España las pedanías sufrieron el ataque político durante la tramitación de la última reforma de la Ley del Régimen Local (2013). Las movilizaciones populares impidieron el intento de suprimir el carácter de administración pública de estos entes locales menores. Pero no se pudo evitar el aumento de los controles financieros. Finalmente nuestras pedanías consiguieron mantener el régimen jurídico conseguido con el Estatuto Municipal de 1924.
Las pedanías bercianas son pequeñas y de claro carácter rural. El futuro de muchas de ellas está amenazado por la despoblación y la crisis económica (agroganadera y minera). De ahí que precisen de un mayor apoyo institucional, estatal, autonómico, provincial, comarcal y municipal. Lo primero es contar con una legislación favorable a su existencia. Como hemos dicho la nueva Ley del Régimen Local resulta muy restrictiva para el funcionamiento de las juntas vecinales por los excesivos controles. Además las normativas sectoriales restringen el uso del medio natural por las pedanías (forestal, hídrico, minero, etc).
Por otra parte, no resulta lógico exigir a las pedanías los mismos controles que al resto de las administraciones públicas. Nuestras juntas vecinales carecen de recursos humanos, materiales y financieros para cumplir con los mandatos legales. Por eso necesitan del apoyo de otras instituciones, caso del Consejo Comarcal de El Bierzo y los ayuntamientos. Es precisa otra dinámica institucional en que se formen consejos de pedanías en el seno de los ayuntamientos y Consejo Comarcal. De esta forma se conseguiría una mayor integración y cooperación a la hora de planificar las políticas territoriales.
Por su parte, las pedanías bercianas precisan de una reafirmación institucional. Existen desde siglos pero son las grandes desconocidas. Su gestión pública debería ser más visible. Recuperar su importante historia, reconocimiento expreso de sus obras públicas y visibilizarse en internet. Sigamos el ejemplo portugués con las freguesias. Cada pedanía berciana con su casa de la junta vecinal y su simbología específica, incluso con su bandera y escudo. Así conseguiremos dignificar la institución pedánea para su vecindad ante el resto de bercianos e administraciones públicas.
Resulta lamentable la pérdida de cualquiera de nuestras numerosas juntas vecinales. Las pedanías bercianas representan una forma peculiar de democracia representativa. Baste recordar que estas instituciones tienen un origen medieval, frente a los modernos ayuntamientos y diputaciones. Además, su desarrollo secular ha supuesto un específico derecho consuetudinario (concejo, bouzas, veceiras, faceiras, etc) que enriquecen nuestra historia regional berciana.
O Bierzo, decembro de 2016.
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